En Narices Azules Doctores Payaso, nuestra misión es llevar consuelo y alegría a los niños hospitalizados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Dos días a la semana, durante todos los meses del año, nuestros voluntarios se transforman en payasos de hospital y se adentran en las habitaciones, pasillos y salas de espera, para crear momentos llenos de risas y sonrisas.
Nuestro enfoque es claro: brindar distracción y alivio a los pequeños pacientes y sus familias en medio de los desafíos médicos. Los martes y sábados, nuestros payasos se embarcan en una misión de hacer que cada día en el hospital sea un poco más brillante. A través de la improvisación y la interacción personalizada, generamos conexiones genuinas con cada niño, adaptándonos a sus estados de ánimo y necesidades individuales.
Desde el instante en que cruzamos las puertas del HUCA, nos convertimos en mensajeros de felicidad, narradores de risas contagiosas y, sobre todo, en guardianes de corazones en recuperación. Reconocemos la importancia de la risa como una herramienta terapéutica que puede aliviar el estrés, disipar la ansiedad y promover un sentido de bienestar en medio de las circunstancias desafiantes.
A lo largo de nuestras visitas, buscamos no solo llevar momentos de distracción, sino también una sensación de compañía en el viaje de sanación de cada niño. Creemos en la singularidad de cada paciente y nos esforzamos por adaptar nuestras intervenciones para nutrir su espíritu y elevar sus ánimos. Cada sonrisa compartida se convierte en un pequeño regalo, un recordatorio de que no están solos en su lucha.
En Narices Azules Doctores Payaso, la risa es nuestro vehículo para la sanación. A través de nuestra dedicación inquebrantable, aspiramos a hacer una diferencia tangible en la experiencia de los niños y sus familias durante su tiempo en el hospital. Con cada visita, pintamos un cuadro de alegría y alivio, uniendo corazones y llenando de esperanza incluso los momentos más desafiantes.